martes, 26 de agosto de 2025

Reseña: Hoy una película, "El regreso de Ulises"

 


Ficha técnica:

Dirección: Uberto Pasolini
Reparto: Ángela Molina, Charlie Plummer, Chico Kenzaria, Claudio Santamaría, Juliette Binoche, Ralph Fiennes
Duración: 116 min.
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Acción, Aventuras, Drama
Nacionalidad: Italia
Idioma: Inglés
Estreno: 22 de agosto de 2025
Distribuidora: A CONTRACORRIENTE FILMS

Sinopsis:

Tras 20 años de ausencia, Odiseo aparece en las costas de Ítaca, demacrado e irreconocible. El rey ha regresado por fin a casa, pero muchas cosas han cambiado en su reino desde que partió para luchar en la guerra de Troya. Ahora, se verá obligado a enfrentarse a su pasado para salvar a su familia y recuperar el amor que ha perdido.


Reseña:

Antes de comenzar con la reseña, quiero hacerte una advertencia.  Si crees que vas a ver una película de ambientación histórica, estás muy equivocado.  "El regreso de Ulises" no es nada de eso.  Está llena de errores, por supuesto.  Ni el palacio de Ítaca está bien ambientado, ni el telar es el correcto, ni el armamento, el vestuario... Deja tu inmensa sabiduría sobre el contexto histórico de la guerra de Troya y siéntate en la butaca para disfrutar de algo diferente, porque el objetivo del director no es ser fiel a la historia, sino hacer una obra actual, una evolución de la historia de Penélope a los tiempos bélicos que corren en la actualidad.  

"El regreso de Ulises" es un canto a la paz. A que nos sintamos avergonzados por la violencia.  A ser críticos con los momentos convulsos que vemos más allá de la frontera de Europa.

Esta es una película de reflexiones morales, su tono sosegado y visión nada comercial.

Si algo destaca desde el principio de la película, es que Pasolini deja atrás la grandilocuencia épica y los mitos divinos para regresar al terreno humano. Su Odisea se despoja deliberadamente de todo lo sobrenatural, mostrando un Ulises envejecido y casi roto, marcado por un trauma bélico profundamente moderno.

El héroe no es glorioso, sino frágil. Ulises es, con mirada atormentada, una reconstrucción de sí mismo tras años de guerra. Es más un ser abatido, ya no es el astuto guerrero homérico. Es un hombre cansado y lleno de temores.  Un héroe convertido en un cobarde. El motivo es muy obvio. Él no es el protagonista de esta historia.  

La protagonista es ella, Penélope. Ella eclipsa la acción de él, su historia.  Ella teje y desteje, no esperando a Ulises, sino intentando sobrevivir a un futuro que sabe que va a llegar, pero del que quiere distanciarse. Cree que Ulises no volverá, pero no tiene la certeza. Mientras sopesa su futuro y valiente lo afronta, sabiendo que no tiene escapatoria, que está engullida por el mañana.  Está atrapada y no tiene salida. Y mientras lucha por mantener su poder y su dignidad.

Juliette Binoche y Ralph Fiennes llevan el peso de la película de una forma tan sutil como poderosa. Fiennes da vida a un Ulises profundo: más viejo, fuerte y marcado por una mezcla de cansancio y determinación que habla de sus arrepentimientos y de lo que ha tenido que soportar. Por su parte, Binoche interpreta a una Penélope fuerte y digna. Aunque está dolorida, su mirada sigue firme, sosteniendo una fidelidad que duele y un rencor contenido bajo la superficie.

La puesta en escena deja de lado los grandes escenarios mitológicos y se centra en una estética sencilla y casi teatral, usando únicamente lo imprescindible para contar la historia. Los interiores cuidadísimos, una iluminación suave y los pequeños detalles del vestuario y los objetos (como la ropa, los muebles y los utensilios) hacen que el mundo que vemos se sienta íntimo, cercano y lleno de emociones contenidas.

La película avanza con un ritmo pausado, incluso un poco monótono en momentos. Es de esas historias que invitan a pararte, respirar y sumergirte: cada gesto, cada silencio, está cuidadosamente pensado. Nada brilla por su majestuosidad, nada se exagera. La emoción no viene de grandes escenas, sino de lo íntimo, de los silencios que hablan por sí solos.

Las frases de Ulises y Penélope, como “¿Por qué los hombres encuentran la guerra y no el camino a casa?” o “Para algunos la guerra se convierte en su casa”. Son recordatorios de que la guerra, aquí, no es legendaria: es actual, devastadora y psicológica.

"El regreso de Ulises" no busca el aplauso o el choque visual: es un estudio íntimo, una tragedia declinada en voz baja. Ulises ya no es figura de leyenda, sino de carne y hueso, más cercano. Su regreso a Ítaca no es una celebración, sino una rendición: contra el mito, contra la guerra, contra el olvido. Y Penélope no es solo la reina que espera; es quien representa el auténtico ejercicio de resistencia emocional.

Una revisión del mito y una actualización del mismo, digna de los tiempos en que vivimos, donde la guerra es una constante en las noticias, la prensa y las redes sociales. 


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